Seguidores

jueves, 23 de junio de 2011

Un segundo último beso.

En lo oscuro de la fiesta se buscaron, lejos de la gente, lejos del murmullo, se encontraron. Y a pesar que no podían verse con claridad, se sentían el uno al otro. Caminaron sin que nadie los viera hasta encontrar un poco de luz. Allí se miraron. Dudaron. "¿Qué estamos haciendo?", "simplemente vamos a hablar", contestó él. Ella sabía lo que significaba eso, siempre había sido lo mismo... la frase "¿podemos hablar?" siempre significó "podemos arreglar la situación y terminar los dos felices?" pero esta vez no era lo mismo, no para los dos. Se preguntaron qué les había pasado, ¿por qué el orgullo pudo más que ellos? ¿tan fuerte había sido esa pelea, que llegaron al extremo de ignorar que todavía se querían cuando se separaron? ¿por qué tomaron decisiones estando enojados? Decisiones que ya no van a cambiar... ¿Por qué pasó todo eso? El orgullo siempre les ganó y ellos lo sabían muy bien. Siempre jugaban al gato y al ratón pero el juego consistía en averiguar quién perseguía a quien, y ninguno nunca quiso ser el primero. Hablaron. No tenían mucho tiempo, pronto se darían cuenta que los dos estaban ausentes. Se pusieron a recordar viejos momentos, una lágrima de felicidad cayó de los ojos de ella. No lo podía creer, después de un año estaba ahí con ÉL, cara a cara hablando de todo lo que había pasado, aclarando todo, era todo lo que había esperado todo ese tiempo y sin embargo no podía hacer nada. Él le sonrió y ella contestó sonriendo de la misma manera. Ambos se morían de ganas de besarse, pero recordaban que no podían o mejor dicho no debían porque cada uno había empezado su vida nuevamente. De un momento a otro ella agachó la mirada. "Qué te pasa" preguntó él, "Nada, no sé qué pensar. Sabemos bien que esto es un momento y nada más pero estoy enojada porque recién nos estamos dando cuenta que estuvimos todo este tiempo equivocados y..." Interrumpiendo sus palabras, él la tomó entre sus brazos y la besó. Tanto tiempo peleados, sin hablarse y ahora estaban ahí juntos, besándose después de ese último beso un año atrás, queriendo que ese momento fuera eterno. "Nunca me equivoqué, por lo menos no con vos. Te quise, te quiero y no me equivoqué con eso", dijo él. Se miraron y se abrazaron en silencio. Se escuchó un "Tranquila, no va a ser la última vez, volvamos". Volvieron a la fiesta como si nada hubiera pasado, ella se fue a buscar un trago y él se sentó junto a sus amigos. Tan cerca y a la vez tan lejos. Se veían de lejos, de esquina a esquina, separados por gente que disfrutaba del baile y la música y sin embargo los dos se miraban mutuamente sabiendo que sería la última vez que iban a estar "juntos", o por lo menos en el mismo lugar. A la hora de irse ella saludó a uno, a otro, a otro, hasta que llegó a él. Y muriendose de ganas de besarlo de nuevo, le dió un beso en la mejilla y se fue. Es su droga y siempre lo fue, había olvidado lo adicta que era a esos besos. Estaba caminando ya, cuando le taparon los ojos y preguntaron "¿quién es?", ella sacó las manos. Tal y como lo esperaba era él. Lo abrazó. "Nunca me dejes, no te equivoques", "no lo haré" dijo ella, y lo abrazó con más fuerzas. "Pero... sabes muy bien que esto se termina aquí... sólo quiero besarte una vez más". Y sin dudarlo, la besó. "Debo irme" dijo ella, a lo que él contestó "No será la última vez, te lo dije hace un rato y cumplí. Me toca cumplir de nuevo más adelante" y sonrió. Ella empezó su camino, él volvió a la fiesta. Caminaba feliz y sonriente, en una noche pasó todo lo que esperó durante un año, pero en el fondo sabía que no, que eso no iba a seguir, era ese día y nunca más. Sin embargo, ahora sabía que no iba a estar esperando una pelea, o amargura. Ahora sabía que iba a estar en la dulce espera de aquel próximo último beso.

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Comentá reina, que leo todo! ♥